Si algo ha hecho el actual gobierno de Ollanta Humala, desde sus inicios en le 2011, es empoderar a la mujer, con leyes de género, a favor de las mismas. El punto es que se ha llegado a un nivel en que las mismas han perdido o hacen lo posible por desafiar la autoridad masculina, so pretexto de una victimización también de género. Entonces, se ha llegado a crear un síndrome provocado por la figura que genera Nadine Heredia y su poder, sobre la figura del Presidente, que son signos de dominación por un lado y sometimiento por el otro. El cual es copiado por varias mujeres, que se creen con más autoridad moral sobre los hombres, lo cual ha desencadenado hechos de violencia, siendo los más notorios, los ocurridos contra la policía, pues de los otros, contra los hombres comunes, no se tiene información, pero deben estar ocurriendo.
En la ciudad de Lima hace unos días una señora Silvana Buscaglia Zapler, que por su arquetipo se trata de una persona de clase media acomodada de Lima, con apellidos no hispánicos, ni amerindios y que curiosamente ostenta una "Estrella de David", tatuada en su antebrazo derecho. En el aeropuerto de Lima, un policía de apellido Quispe, mas bajo que ella, la trata de intervenir, por una infracción de tránsito, la señora iracunda reacciona, primero empujando al policía y luego cuando éste se le acerca, propinándole un golpe en la cara. Luego la señora usa su teléfono celular para pedir ayuda; se mete a su carro y enviste a los policías que acudieron en ayuda del policía, al final es reducida, trasladada a la comisaría del aeropuerto y de allí a la fiscalía del Callao, que en un rápido juicio, es condenada a 6 años y 8 meses de prisión. Recién cuando estuvo detenida la señora Silvana, entró en razón de que el policía Quispe, era una autoridad que debía de respetar. Por otro lado, la señora debe saber o tener información, de que en Estados Unidos, Israel o Europa, a la policía se le obedece, pero probablemente creía que en el Perú no era así.
En la ciudad de Nazca el año pasado sucedió otro caso, unos policías en moto detienen a una señora, que iba con su familia en una camioneta con carga, la señora no manejaba, pero salió en defensa de su esposo que no quería acatar las órdenes del policía de tránsito, entonce la mujer se pone al volante y quiere mover su camioneta, ante esto el policía pone su motocicleta frente a la camioneta y conmina a la señora a que se baje del vehículo, en ese momento la mujer le propina un golpe al policía y comienza a gritar para victimizarse, ante la insistencia del policía, la señora prende la camioneta y arrolla la moto del policía...
Entonces se ha creado una subcultura del poder femenino, gracias a las leyes que les brindan impunidad, que las sobrevaloran a las mismas, que están poniendo en juicio la autoridad paterna y usan la victimización como instrumento de justificación, pues hay un sentimiento de las mismas de sentirse encima de la justicia.
Una de las consecuencias de éste conjunto de hechos, es la corrupción, el desconocimiento de la ley, por lo que las hace sentirse moralmente superiores, para tomarse la ley por sus manos.
Entonces puede ser una tarea del próximo gobierno, equilibrar las cosas, dejando ésta odiosa política de género, de victimización y sobrevaloración, ya que una mujer es tan capaz como el hombre de respetarse y respetar la ley, sin necesidad de estar protegida y engreída por el sistema; porque ésta política de género en ves de ayudar a la mujer, la está perdiendo.
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