El Mausoleo y la Extirpación de Idolatrías

Durante la conquista española, no fue suficiente la ocupación del territorio del Tawantisuyo, había que también someter al pueblo Inka, y para ello tenían que destruir no solo su resistencia armada, sino también someterlos desde la ideología, y eso suponía a no respetar sus costumbres y creencias, de tipo religioso y orgánico, sino imponer una creencia desconocida como era la religión judeo-cristiana-católica, mediante la llamada evangelización y pacificación. Para ello, la iglesia católica impuso una política que se llamó la Extirpación de Idolatrías, que suponía, la eliminación de la base religiosa e ideológica del Tawantisuyo, suponiendo ésto cosas, como: La quema de sus momias, la destrucción de sus ídolos, el asesinato de sus sacerdotes, la prohibición de sus ceremonias religiosas. Ante la imposición de la cultura europea, el pueblo Inka, supo resistir, combinando las ceremonias católicas, con las ceremonias Inkas, las cuales supervivieron hasta nuestros días, como tales.

Entonces, ahora surgió un escándalo porque los familiares, de los terroristas muertos, especialmente los que perecieron durante la represión de los motines de los penales de El Fronton, Lurigancho, entre otros; ocurrida en junio de 1986,  han construido un mausoleo para sus muertos en el distrito limeño de Comas, donde al parecer, han trasladado los restos de sus familiares, cosa que no  ha gustado mucho, a la gente de la clase política vigente, que como se sabe está constituida principalmente por partidos de derecha y ultra-derecha. Quienes entre otras cosa,s han pedido la demolición del mausoleo, todas las agrupaciones excepto la del Frente Amplio, bancada-politica, dirigida por Marissa Glave.

Por lo que la derecha, que durante el segundo gobierno de Alan García, era calificada de: "Derecha Bruta y Achorada", por sus excesos verbales, término que no resonó durante el gobierno de Ollanta, porque se vio opacada por los excesos de Nadine Heredia y sus amigas. Ahora, se ha vuelto el furgón de cola del gobierno de Pedro Pablo Kusinsky. Y es que, mientras el señor presidente va a Colombia a apoyar la firma del tratado de paz, entre le guerrilla de las FARC y el Estado Colombiano. No opina lo mismo respecto al mausoleo, ha dicho que "Debe desaparecer", la razón pueda ser que el señor presidente cede ante las presiones de los ideólogos de derecha que lo rodean, que a mi parecer, mas parecen neo-nazis o neo fascistas.

Entendamos que el señor presidente Kusinsky, es hijo de un judío-polaco-alemán, que huyó de la persecución nazi, y se afincó en el Perú desde la década 1930 del siglo pasado, justo cuando las papas quemaban en Europa, contra  los judíos y comunistas. Por lo que, si puede abrir  su mente para asistir a la firma de paz en Colombia, puede también buscar los mecanismos para iniciar la reconciliación nacional en el Perú y no permitir que nuestro país sea el caldero de grupos fascistas. Que al parecer, son los primeros beneficiarios con la situación de miedo y violencia.