Estabilidad jurídica para el pueblo

Como sabemos el Perú ha acogido el modelo neoliberal, de modo, que éste se ha vuelto una especie de modelo totalitario, como un dogma, sagrado; al cual no se puede ni siquiera cuestionar, porque los mastines de la derecha, inmediatamente son soltados, para que despedacen al insolente, al cual lo llenan de calificativos, que van desde caviar, hasta terrorista; he escuchado, acá  en la provincia de Ica, decir a un locutor, en vez de decir los derechos humanos; dice que son “desechos humanos”; es decir la lumpenización completa de los líderes de opinión, quienes al parecer ya no tienen criterio de conciencia.

Entonces ha sucedido lo de Cajamarca, don de un señor Fidel Flores Vasquez, fue muerto por defender el único bien que había conseguido a sus 60 años de edad, que era una precaria vivienda de material noble; asesinado por un furibundo policía, que se creía la versión Silvester Stalone o Arnold Swassaneger; disparando su escopeta, contra el cuerpo de Fidel; todo por ejecutar una sentencia judicial de embargo de una casa; por la deuda de una motosierra, que se puede conseguir por S/. 2,000.00; pero la razón no era el cobro de la deuda, sino el embargo mismo del bien inmueble, ya que las mafias, con ayuda de las entidades del estado, como la SUNAT, el Poder Judicial y la misma Policía Nacional, están detrás de las casas, de incautos moradores, para arrebatárselas, recurriendo a alguna triquiñuela, propia de delincuentes.

Y es que eso es cierto, el Estado Peruano ha sido infiltrado, por mafias organizadas de delincuentes, que usan el sistema jurídico, no para hacer justicia sino para ponerlo al servicio de las mafias organizadas; el resultado es el caso de Fidel, el cual probablemente no sabía nada de leyes y confió en el sistema de créditos para adquirir una motosierra, seguramente para trabajar; pero el no sabía que había una ley tramposa que quería empapelarlo, sin que el se enterara, para quitarle su casa; pero seguramente a el no le dieron la oportunidad de defenderse ante un tribunal, con su juez puesto e imparcial y de seguro, antes de darle aviso, se aparecieron con un pelotón de policías, que más parecía que iban a asaltar una fortaleza enemiga.

Así que Fidel se llenó de gloria, defendiendo el derecho que sabía propio, porque le había costado trabajo, cada gota de sudor, que broto  de su esfuerzo, y defendió su casa, como solo había hecho antes Cahuide, en la fortaleza de Sacsayhuaman; entonces Fidel murió, como los hombres, de pie y luchando por lo que es suyo, no tuvo que pactar con nadie, ni vendió su alma al diablo; así que él , es el paradigma del nuevo peruano; que es traicionado por el sistema, para el cual no existe “estabilidad jurídica”,  que sí , se le da a las transnacionales, con Constitución Política y todo.

Entre patriotas y traidores.

Se saluda, la declaración  del Presidente de la República,  apartándose de los actores del asesinato, es decir los policías, así como las declaraciones del Ministro del Interior Daniel Urresti pidiendo disculpas al pueblo, a ellos les puedo llamar patriotas, pero ésta mañana escuchaba en Radio Nacional, una viejo político, de larga estirpe; Martín Belaunde Moreyra, quien salió al  aire para pedir que no lo confundan con el otro Martín Belaunde Lossio; prófugo de la justicia, por el caso de corrupción en el gobierno regional de Ancash; pero, al preguntársele sobre el caso de la muerte de Fidel, dijo:”... que la ejecución de la sentencia estaba bien, porque si no se hacía se dejaba un “precedente jurídico” para que no se cumplan otras sentencias…”Con  sus palabras dejó atónito al mismo locutor de esa radio, quien trato de rebatirlo, pero no pudo; porque eso de los Belaúnde, se puede resumir así; cuando Jose A. García Belaunde fue canciller del Perú hasta el 2011, el Perú fue el primer país en retirar su embajador en Libia, en parte legitimó la intervención multinacional, derrocamiento y brutal asesinato de Omar Kadafi ; entonces pueda ser que ellos están, para legitimar el mal... Martin Antonio, lo hizo con la “centralita”, José Antonio lo logró con Libia y ahora Martín (a secas) lo quiere hacer sobre la tumba de Fidel y hace y 134 años Agustín dejaba una carta, donde justificaba su cobardía abandonando la Plaza de Arica, donde unos héroes al igual que Fidel, se inmolaban por defender los suyo; porque sentían al Perú como su patria.

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