El día de ayer culminaron las elecciones
municipales y regionales, ocurridas el 5 de octubre del 2014, en todo el Perú,
pero llama la atención, lo que sucede en Lima, que concentra un tercio de la
población del Perú; como se sabe ganó el candidato por Lima Luis Castañeda
Lossio, con un total de casi la mitad del voto ciudadano, le siguió el
candidato del APRA, el señor Cornejo, que en una bien estudiada campaña de 15
días y especialmente después del debate público, sobre propuestas municipales,
obtuvo el segundo lugar con casi el 15% del electorado, dejando en tercer
puesto a la actual alcaldesa Susana Villarán de la Puente, que obtuvo un 10%
del voto limeño; después de una ardua campaña, que debe haber costado muchos
millones de soles.
Lo concreto es que la victoria en segunda vuelta
que obtuvo la señora Villarán en el año 2010, fue gracias al apoyo de la izquierda
en su conjunto, que preparaba paralelamente la campaña de Ollanta Humala, para
que éste ganara las elecciones en el 2011, esas organizaciones populares y de
izquierda, por cinética impulsaron la campaña de la señora Villarán, dejando de
lado las diferencias; pues se creía que la misma era una persona adecuada para
ejercer la alcaldía; pero al parecer no fue así
los errores que cometió, destruyeron la confianza del pueblo, y lejos de
dar un paso al costado, cuando se le quiso revocar, su ego desmedido, hizo
gastar al país unos 200 millones de soles, en unas elecciones para revocarla,
cuando lo sensato hubiera sido dar un paso al costado y permitir que otra
persona de su mismo partido en la alcaldía tome el timón del municipio. La
señora en su obstinación continuo, y ganó la revocatoria, mientras que casi
todos los regidores de izquierda fueron barridos, para continuar, hizo una
alianza con el PPC, partido de derecha, que le permitió llegar al final de su
mandato, la señora, lejos de hacer una autocrítica, en especial por los sucesos
de sangre que hubo en el desalojo del Mercado Mayorista de la Parada, confiada en los aplausos y lisonjas,
que le hizo la derecha después de ésta masacre, decidió postular a la alcaldía
limeña nuevamente por una re-elección a pesar de que ella dijo expresamente,
que no iba a reelegirse.
Confiada en su carisma, su condición de mujer, le iban a dar una fuerza arrolladora, con la que barrería con cualquier otro
competidor, especialmente si era hombre, decidió ir a la contienda electoral;
para ello, incluso el JNE, declaró la tacha al candidato Castañeda. Asunto que
alegró en un principio a sus seguidores, pero más tarde la tacha resultó
improcedente; con lo que las posibilidades de la señora comenzaron a esfumarse
.
Entonces, si la señora Villarán obtuvo la
alcaldía, fue por el voto de la izquierda, incluyendo por así decirlo, a los
comerciantes del Mercado la Parada, pero la señora defendió los intereses de
grupos económicos, como lo hacen todos los políticos, incluyendo a Ollanta
Humala y Nadine Heredia; por lo que se demuestra; con ésta elección Municipal
Regional-Octubre-2014, que toda traición, se paga, en las urnas; pues el
electorado de izquierda que les dio vida, después los sepulta; ya que durante
su gestión, no consolidaron a la misma izquierda, como grupo operativo de
trabajo e hicieron un continuismo defendiendo al sistema de explotación y
desigualdad; añublados por el poder y el dinero fácil. Con la esperanza de que
venga un señor brasileño como Favre, les
haga una campaña y obtengan nuevamente el poder.
La derrota de Villarán también la debe asumir
como propia, personas como Nadine Heredia, Ana Jara, Ollanta Humala, porque
éste es un aviso para lo que se viene el 2016, por lo pronto ya se sabe que la
aplanadora aprista, ya comenzó a funcionar eficientemente y Ollanta Humala como
manto vergonzoso, ya tiene en su haber, la reprobación más alta como presidente
en América Latina. Así que si la izquierda y el pueblo les dio el poder, haber veremos si la derecha se los va a reponer.
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