miércoles, 8 de octubre de 2014

Gregorio Santos y Ana Jara

Ambos personajes políticos casi contemporáneos, aparecieron  en la escena  política, llevados por la misma fuerza popular, que buscaba una transformación del sistema político económico, también ambos  son de origen provinciano, uno de Cajamarca y la otra, de la ciudad de Ica, pero asumido el poder, por voto popular, hubo  una separación de trayectorias, Gregorio, siguió terco con sus principios en defensa de los recursos naturales, que sirven para la subsistencia del pueblo, es decir: El agua, la tierra y el aire. Y para ello tuvo que enfrentarse con el poder económico más grande, es decir, la minería transnacional que explota el oro…Si ese oro, que en la misma Cajamarca, hace casi medio milenio, un Inca, según cuenta la historia hizo llenar un cuarto, a cambio de su vida; pues fue el primer secuestro; pero al contrario, del delincuente común, que suelta a su víctima después del dinero u oro del rescate, éstos no cumplieron su promesa y lo ajusticiaron, con el pretexto de idolatría, poligamia, incesto…

La señorita Jara, prefirió volverse amiga inseparable de la Primera Dama, consejera, amiga íntima, al punto de volverse su incondicional, asunto que en la historia de la política, se ha visto cuando Montesinos secundaba a Fujimori; pero lo de ahora es un asunto y compromiso de género;  y la señora Nadine, como es vox populis, es quien decide las cuestiones de estado, al punto que su esposo Ollanta Humala, dijo, que el suyo, era un “gobierno familiar”. Así que por esa cadena de influencia, se dejó “La Gran Transformación” por “La Hoja de Ruta” y cosas como la defensa del agua, por la defensa de la “inversión extranjera”.

Entonces, éstas dos corrientes, recién iniciado el gobierno de Ollanta allá por el 2011, confluyeron en una virtual “guerra por el agua” el 2011, que detuvo el proyecto Conga y ha mantenido a raya al capital minero, pero como era de esperarse y siguiendo la tradición de los conquistadores, había que buscarle tres pies al gato o la sinrazón a Don Gregorio, pues de nada valieron, ni las palizas, ni las amenazas, el asunto era eliminarlo, sí; lo mataban, creaban un héroe, entonces, había embárralo con el mismo excremento, que por su condición tenían los secuestradores del rescate, por su condición, pues vale todo; con tal de adorar a su dios “Baal”…Así que lo empapelaron, lo acusaron, y lo metieron preso en Piedras Gordas, para que no se escape.

Por el otro lado, Ana Jara, ha tenido una carrera meteórica, pasó de notaria, a congresista, de ahí, a Ministra de la Mujer, a Ministra de Trabajo y de ahí a Premier, con el mejor mérito, pero no el único, de ser la fiel escudera, de la Primera Dama, que se ha convertido, en la persona más influyente del Perú; entonces ahora  haciendo uso del poder que su investidura le confiere, como Primera Ministra; a dicho: “Es inaceptable aseverar que Gregorio Santos ha sido victimizado al afrontar carcelería, pues esta hipótesis descabellada abona a favor de los defensores del cuestionado presidente regional,  que pretenden encubrir los graves indicios de corrupción”.

Por lo que hace recordar, la acusación de Atahualpa, que también en su tiempo el cura Valverde, debió decir: “…Que en nombre de la evangelización de éstas tierras, no se podía soltar al reo, porque había graves indicios de…Idolatría, Poligamia e Incesto”.


Pero, como, ahora el pueblo de Cajamarca que son los “defensores que abogan”, no cree, ya tanto en  tinterillos, curiales, asesores, celestinas palaciegas; ha vuelto a elegir a Gregorio, aun estando preso, para el periodo como Presidente regional de Cajamarca 2015-2019 …Así, que faltando, menos de dos años para que culmine éste gobierno, que parece que trascurrirá como uno más; es decir, sin pena, ni gloria; sería recomendable, que dejen en libertad al reo en cuestión; porque no vaya ser que tanto le da la gota al cántaro, hasta que éste se rebalsa…Que en el escenario futuro más benévolo para sus detractores, Gregorio, pase a ser el primer Presidente de la República, elegido en prisión…

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