En Sudamérica, ya tuvimos un proceso de independencia del reino de España que comenzó a principios del siglo XIXy terminó en 1866, con el combate del 2 de mayo, porque España intentó recobrar sus colonias, aduciendo propiedad sobre las islas guaneras del Pacífico, siendo definitivamente derrotada en esa fecha en el puerto del Callao. Por lo que lo que está pasando Cataluña, ya lo experimentamos nosotros, y por historia se sabe, que los catalanes, no la van a tener fácil.
Pero hay que entender, que el reino de España tiene la tendencia a reducirse a su mínima expresión, porque de ser el Imperio donde no se ponía el sol, porque tenía colonias en casi todos los continentes, en la actualidad ha pasado a ser una potencia de segundo orden, que depende tanto de los designios de Estados Unidos, como de sus vecinos de Europa, y el ejemplo mas claro de ésta situación es "El peñón de Gibraltar", que es un enclave británico en territorio español.
Por lo que si se diera la independencia de la región de Cataluña, España, podría correr la suerte de Yugoslavia,es decir la fragmentación de su territorio, en un inicio por la perdida de su región mas productiva y después, por la baja en la economía, que se ahondaría aún mas.
La pena que están sufriendo ahora los españoles, se parece a la que padecieron los mismos tras la perdida de sus últimas colonias en América y en el Pacífico, como fueron Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, pena que trataron de superar anexándose algunos territorios de norte de África, de donde sacaron a los moros, que le sirvieron a Franco para derrotar al único intento de modernizar a España, de la monarquía , intento que se llamó la República y que fue aplastada a sangre y fuego, por los poderes tradicionales de España, aliados al fascismo italiano y el nazismo alemán.
Por esa misma razón de Cataluña, América Latina, peleo su independencia, por obtener una independencia económica y librarse de esos poderes tradicionales de España, la independencia fue ganarse como países independientes, pero enganchados a empréstitos de otros poderes imperiales, como fueron los imperios europeos en el siglo XIX y el norteamericano en el siglo XX. Por lo que el sentimiento de independencia catalán, puede ser muy bien comprendido en América Latina, pero la suerte de España y de Cataluña, puede estar sujeta a un diálogo como lo ha pedido el señor Puigdemont, y hacer entender a su majestad el rey y al señor Rajoy, que los delirios y las soberbias imperiales, bien pudieron quedarse en el siglo XVIII o en el memorial del Valle de los Caídos.
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