jueves, 27 de octubre de 2016

Que "linda" gente.

En ésta semana La Revolución Bolivariana de Venezuela, cuyo camino iniciara el extinto en vida, pero vivo en espíritu comandante Hugo Chávez, entró en una etapa de decisión, ya que el poder de Venezuela estaba compartido entre el congreso o Asamblea Nacional en manos de la derecha y el poder ejecutivo que preside el sucesor de Hugo Chávez, es decir el presidente Nicolás Maduro, las fuerzas se han polarizado dentro del mismo estado venezolano. Como en América Latina, hay una corriente que propugna golpes de estado parlamentarios, para derrocar procesos democráticos, como ha sucedido en Brasil con Dilma Roussef, en Paraguay con Fernando Lugo, en Honduras Manuel Zelaya; y en su defecto se instalan gobiernos de derecha abiertamente neo-liberales, en lo que parece el temible "Plan Cóndor II",que buscaría crear gobiernos afines a los intereses imperiales, retornando a la época de la Guerra Fría en que América Latina fuera el patio trasero de los Estados Unidos, dada la nueva coyuntura, en que el Mundo ya no está bajo mandato unipolar de Estados Unidos, sino que se ha vuelto multipolar, porque han surgido nuevas fuerzas tanto económicas, como el grupo de los BRICS  y militares, dada la alianza entre Rusia-China-Irán.

Por lo que las derechas en Latinoamérica, protegidas como poder de clase opresora, por Estados Unidos, han cerrado filas  contra La Revolución Bolivariana en Venezuela, se puede decir que es algo natural, porque cualquier cambio en el statu quo, significa un peligro para sus intereses de clase opresora. Por lo que sus acciones para derrocar al régimen de Nicolas Maduro, están dentro de un orden casi natural. Pero que desde la izquierda se propugne la caída de esa revolución, eso es una traición de clase, una traición política, solo comparable al oportunismo del lumpen-proletariado, cuando éste sector marginal se alía con la burguesía para luchar contra la clase trabajadora, a cambio de un posicionamiento social dentro de el espacio de clase media, que le regala la burguesía.

Entonces, en el Perú la izquierda se ha pronunciado contra el régimen de Nicolás Maduro, en la voz de Maritza Glave. Otros sectores del congreso como es el representante del partido oficialista PPK, Juan Sheput, han visto éstas declaraciones, como un claro oportunismo político.

                                 

¿Donde están esos sectores de izquierda, que eran afines al presidente Hugo Chávez? Esos jóvenes ¿Donde están? A esos que hacían viajes frecuentes a Venezuela con todos los gastos pagados  y que incluso "el chavismo"pagó sus campañas políticas. ¿Donde están Veronika Mendoza, Nadine Heredia, Ollanta Humala, y pueda ser que hasta Maritza Glave?

Lo que pasa que esa es la izquierda criolla, llena de avivados y oportunistas, que están donde hay plata, donde hay viajes, donde hay vida fácil, porque como se ve, mientras Hugo Chávez les mandaba platita, ahí estaban. Pero ahora que la Revolución Bolivariana, está en emergencia y las papas queman, ninguno de esos, saca cara por ella. Pero si tienen fuerza para sacar marchas como "Niunamenos"(Porque también hay platita de las ONGs-gringas).

Por ello, si me leen las organizaciones políticas de izquierda, revolucionarias o alguna que quiera hacer un cambio social en el Perú. Les sugiero: "Que no les manden plata", porque como dice aquel refrán castellano "Cría cuervos y te sacarán los ojos" porque esos recursos cae en manos avivados que son una  "linda" gente.

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