Quiere decir, que el nacionalismo y anti-imperialismo del ex-comandante Ollanta Humala, es un cuento, que debe tomarse, en la misma medida que su Plan de Gobierno de La Gran Transformación, o que su levantamiento en Locumba contra el gobierno de Fujimori; porque ni Juan Velasco, ni el traidor de Morales Bermudes, ni Alan García, ni Fujimori, ni Toledo, autorizaron el ingreso de tropas extranjeras en un número, que puede equivaler al 10% de la tropas peruanas. Lo cual ya es una intervención militar, que puede ir en aumento, hasta que el Perú se vuelva otro Vietnam u otro Irak, ya que ésta puede ser la cabeza de playa y posteriormente habrá un contingente mayor y la intervención de aviación para efectuar bombardeos estratégicos, que faciliten la labor de sus tropas.
Entonces, es por ello que se está dando ésta cortina de humo de los "marinos espías" y no por otra cosa, por lo cual, casi toda la clase política peruana, va a ser cómplice, del genocidio, que se pretenda hacer con ésta intervención, en especial contra las comunidades indígenas de la selva, que se están oponiendo a la labor de saqueo y depredación de de la Amazonia Peruana.
Porque hay que destacar tres cosas, del Congreso Peruano: Primero; que todos han hecho causa común con el asunto de los "marinos espías". Segundo; la aprobación del ingreso de tropas norteamericanas fue autorizada por el Congreso Peruano. Tercero; no se ha escuchado ninguna explicación, ni voz discordante con ésta intervención; lo que hace pensar en una abierta complicidad.
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